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un blog de Javier Sánchez

Harmony of the Seas, el nuevo rey

09/06/2016 El 5 de junio recibimos en Barcelona al nuevo gigante de los mares, el crucero Harmony of the Seas.

El nuevo emblema de Royal Caribbean Cruises RCL fue entregado el 12 de mayo a su armador en las instalaciones de STX France, los antiguos Chantiers de l'Atlantique en Saint-Nazaire, que cuentan con una dilatada experiencia en la construcción de este tipo de naves.

El Harmony of the Seas es el tercer buque de la clase Oasis y supera ligeramente las características de sus predecesores Oasis of the Seas y Allure of the Seas, de 225.282 t de registro bruto. Con apenas un millar de toneladas más deja la nueva marca en 226.963 t de registro bruto, suficiente para obtener su cuota de gloria y colocarse los laureles como el mayor buque de pasaje construido en el mundo hasta la fecha.

El proceso de diseño y construcción se prolongó a lo largo de 40 meses, ocupando 10 millones de horas de trabajo que dieron ocupación a 2.500 personas. Los trabajos comenzaron oficialmente en febrero de 2013, el corte de chapa se verificó en septiembre de 2013 y la puesta a flote en junio de 2015. El coste de la unidad ronda los 1.000 millones de euros.

La gloria del Harmony of the Seas será efímera, el marketing manda y sus características serán superadas por la cuarta unidad de la clase, que será entregada en 2018.

Royal Caribbean y STX France firmaron el 25 de mayo una carta de intenciones para construir una quinta unidad Oasis. Si la intención se hace firme será entregada en 2021.

De esta forma el astillero francés confirma la buena situación de este sector de buques de alto valor añadido en Europa, junto a Fincantieri o Meyer. STX France tiene encargos para la construcción de una quincena de buques de crucero hasta 2025 para operadores como Royal Caribbean International o la marca premium del grupo, Celebrity Cruises; y la europea MSC.

Viaje inaugural y polémicas

El Harmony of the Seas zarpó de Saint-Nazaire el 15 de mayo, en una multitudinaria despedida, poniendo rumbo al puerto británico de Southampton, desde donde partieron dos cruceros cortos con escalas en Rotterdam y Cherburgo respectivamente, antes de regresar al mismo puerto del sur de Inglaterra.

La precipitación de estas primeras navegaciones levantó cierta polvareda en la prensa británica para desgracia de los responsables de comunicación de la empresa, al trascender las denuncias gráficas de los pasajeros, que se encontraron con muchas atracciones fuera de servicio, y deambulando entre decenas de contratistas que continuaban finalizando trabajos a bordo, para mantener el apretado cronograma de operación del buque.

Otra consecuencia no deseada y quebradero de cabeza para los responsables de comunicación y marketing de Royal Caribbean fueron las denuncias acerca de la contaminación medioambiental que generan estos megabuques; y sobre las distorsiones que provoca la masificación del turismo de cruceros sobre el tejido social y económico de las poblaciones costeras.

El argumentario de la compañía se esfuerza en indicar que el Harmony of the Seas es un 25% más eficiente energéticamente que unidades anteriores, pero lo cierto es que las gigantescas dimensiones de la nave, que juegan a su favor a la hora de vender sus virtudes como centro de ocio, también lo hacen en su contra a la hora de ver el reverso de la moneda en forma de magnitudes negativas como consumo de combustible y emisiones a la atmósfera, generación de residuos e impacto en las poblaciones locales, convirtiendo al buque en cabeza visible y centro del debate social; y en cierto modo en injusta diana de todos los males que se atribuyen al sector.

Barcelona, base de operaciones estival

El 29 de mayo el Harmony of the Seas zarpó nuevamente de Southampton rumbo a Barcelona, a donde arribó el día 5 tras hacer escalas en Vigo, el 1 de junio, y en Málaga, el día 3, antes de concluir su crucero inaugural en nuestra ciudad, que se convierte en su base de operaciones durante la temporada estival.

Durante su primera recalada en Barcelona el buque fue un trasiego de invitados –más de 4.000 según ha trascendido– de lo más variopinto, desde periodistas y agentes del sector, hasta tuiteros e instagramers, que participaron en varias escalas y salidas promocionales a la mar antes de iniciar los cruceros semanales, convirtiendo el evento de la llegada del megabuque en omnipresente en los medios de comunicación; y es de esperar que durante los próximos días comiencen a menudear por las redes sociales imágenes de foodspotting en los restaurantes del buque, o anodinas poses al borde de alguna de sus numerosas piscinas.

Características y habitabilidad

El Harmony of the Seas cuenta con 2.747 camarotes que pueden alojar entre 5.479 y 6.780 pasajeros, en este último caso contando la ocupación triple de las cabinas al completo, que son atendidos a bordo por cerca de 2.400 tripulantes.

Entre las características destacadas por su armador destacan los espacios públicos de la nave, decorados con plantas naturales, que acogen 7 «vecindarios» con ambientes característicos. Para los más deportistas el buque cuenta con rocódromos, más de 20 piscinas de diversos tamaños, y toboganes gigantes, entre ellos el que catalogan como el más grande jamás instalado en un barco, con 45 metros de desnivel desde el inicio de su recorrido hasta el final. Multitud de restaurantes de diversos estilos, tiendas, casino, cines un teatro con capacidad para más de 1.400 espectadores, y hasta un bar atendido por brazos robóticos –no pidan agua del tiempo aquí– completan las capacidades de ocio y entreteminiento del Harmony of the Seas

Este inmenso complejo hotelero, comercial y de ocio todo-en-uno se encuentra en un casco de 362 metros de eslora por 66, 4 m de manga y 9.1 m de calado, en el que se han empleado 60.000 toneladas de acero. El buque cuenta con 18 cubiertas, 16 de ellas de pasaje. Su punto más alto, en la chimenea popel, se eleva 70 metros sobre el nivel del mar.

Verano en el Mediterráneo, invierno en el Caribe

El buque, que iza el pabellón de Bahamas, forma parte de una flota de 25 unidades de 8 tipos distintos que operan bajo la marca Royal Caribbean. El grupo matriz mueve anualmente, a través de varias operadoras, a alrededor de la cuarta parte del pasaje de este tipo de turismo a nivel mundial.

El Harmony of the Seas operará desde la ciudad condal durante el periodo estival, efectuando salidas semanales a puertos del Mediterráneo como La Spezia, Livorno, Civitavecchia, Nápoles, Palma de Mallorca o Marsella hasta finales de octubre.

Solo en las salidas programadas para esta temporada se prevé el embarque de alrededor de 150.000 pasajeros en el Harmony of the Seas. Para poner en contexto esta cifra, Barcelona acoge anualmente a 2,5 millones de cruceristas. Responsables de la compañía norteamericana cifraron el impacto directo de estos visitantes en la economía local en alrededor de 30 millones de euros, es decir, unos 200 euros de media por pasajero.

Las fotografías que ilustran esta entrada fueron tomadas precisamente durante la salida del primer crucero semanal, el martes 7 de junio. Pocas horas después, ya en la anochecida, el buque tuvo oportunidad de estrenar sus protocolos de emergencia con Salvamento Marítimo para proceder al desembarque de sendos pasajeros, que fueron evacuados por este servicio civil mediante la embarcación Salvamar Mintaka y el helicóptero Helimer 201.

Finalizada la campaña estival, el buque se desplazará a la costa oeste estadounidense, en un crucero de tránsito de 13 días de duración, para establecer su base de operaciones invernal, con cruceros por el Caribe y Antillas, desde Port Everglades en Fort Lauderdale, Florida.

A mi solo me queda desearle buena mar.

Para saber más puedes visitar el sitio web del Harmony of the Seas en español. El proceso de construcción de este gigante se puede revivir en el sitio web de STX France.

 

 

 


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Una mirada cercana a la actualidad de la capital marítima española

Javier Sánchez GarcíaJavier Sánchez García (Barcelona, 1964) es coeditor de Revista Naval. Como analista naval desde hace tres décadas documenta las visitas de buques de guerra al puerto de Barcelona. Su archivo cuenta con más de 80.000 imágenes, en película y digital, que han ilustrado una docena de libros y numerosas publicaciones especializadas. Es colaborador del Museo Marítim de Barcelona, al que ha donado varias colecciones de fotografías. También colabora con el anuario Combat Fleets of the World que edita el U.S. Naval Institute.

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