Barcos en botella / 2

Usted puede construir un barco en una botella

Un poco de literatura

1ª Exposición de Barcos en BotellaNo es cuestión de que nosotros pongamos motes a cosas que ya tienen nombre desde hace muchísimos siglos, y si en la vida, para entenderse bien, hay que llamar pan al pan y al vino, vino, comencemos por crear en ti, paciente aspirante a meter un barco en una botella, un pequeño vocabulario, sin grandes ringorrangos, pero práctico e imprescindible para la lección que sigue, ayudado de las necesarias figuras.

Empecemos por el casco: la parte mojada se dice obra viva, y la que sobresale del agua, por encima de la línea de flotación, obra muerta, que termina en la borda, que es como un repecho.

Lo que pudiera aparecer sobre ésta es la superestructura, constituída por casetas, trambuchos, puente y cubiertas de botes o volantes.

La cubierta se divide en alcázar, combés, castillo y toldilla; estas dos últimas suelen ser más altas que las otras dos.

Sólo tratamos aquí los buques de vela, es decir, los que tienen aparejos o velámen que viste la arboladura, cuya forma y reparto sirve para denominar a los veleros, ya sean latinos (velas triangulares), de cruz (velas cuadradas) o goletas (velas trapezoidales), según expresa la figura.

Los palos pueden ser tiples o sencillos, y de mastelero, o de más de una pieza; se mantienen firmes por medio de estáis y de obenques y burdas.

Las velas cuadras se suspenden o envergan en las vergas; éstas se abanican en los planos vertical y horizontal, respectivamente, por medio de amantillos y de brazas.

Las cangrejas, o velas trapezoidales, se envergan en picos y botavaras.

Los obenques, con los estáis, mantienen en pie los palos; los primeros, en los masteleros, se dicen obenquillos.

Los obenques se hacen firmes en el costado por medio de las mesas de guarnición y de los cadenotes, tesándose con ayuda de las vigotas y del acollador.

El conjunto de toda esta cabullería, que es alquitranada y debe pintarse de negro, constituye la jarcia firme; para la maniobra de vergas y velas existe la jarcia volante o de labor, que es blanca o del color de cáñamo (brazas, contrabrazas, escotas, etc., de prolija enumeración, que escapa a estas nociones elementalísimas).

Motonería es el total de motones o poleas que permiten el que los cabos laboreen en un determinado recorrido.

Pueden construirse de plomo, de corcho, utilizando una cuenta pequeñita de cristal o, sencillamente, dando una gotita de pintura espesa en el lugar que se desee.

 

La botella

Debe ser de cristal bien diáfano, y al elegirla, pensad que la operación de meter el modelito es tanto más difícil cuanto el cuello sea más largo y angosto.

Si se quiere hacer un fondo de vista, pueblo o paisaje, lo facilita una no cilíndrica, sino de forma cuadrada.

La botella puede substituirse por un matraz, una bombona, una lámpara... y hasta una ampolla de inyecciones.

 

La mar

En una botella cilíndrica, para obtener una superficie plana se emplea: lacre o cera, masilla o escayola.

El lacre, y aún la cera, ya coloreados como se desee, puede echarse en trocitos, y después calentar con cuidado para que fundan, metiendo la botella en el horno.

La escayola hay que echarla con un embudo, repartiéndola bien; también debe de estar teñida de verde o azul.

La masilla no hay más remedio que introducirla a trocitos, y con una palita irla igualando. Después es preciso pintar la superficie. En ésta se pueden imitar olas, bigotes y estela con pinceladas de blanco.

En ocasiones el mar puede ser substituído por una peana con sus calzos.

 

Paisaje

Se puede imitar con masilla o trozos de madera; las casas suelen construirse por capas horizontales, para que quepan por el gollete, o separadas y verticalmente.

Es de gran efecto reproducir grandes torres o campanarios, que, naturalmente, se introducen tumbados, y luego se ponen dentro de pie.

 

El modelo

Precisa ante todo, una vez elegida la botella, escoger el tipo de barco que se va a meter dentro, que ha de ser de modo que éste, con su arboladura, llene todo lo más posible el ámbito del frasco. Cuanto más palos y más vergas, es de más difícil ejecución, y la operación es más complicada.

Se procederá a medir interiormente la botella y proyectar el trabajo en un papel de estas dimensiones, dibujando bien.

Después se van construyendo el casco y las distintas piezas, que se pintan cuidadosamente.

 

Montura

Para ello se dispondrá de un banco con un clavo sin cabeza en la parte alta, en donde poder sujetar el casco, al que se hará un orificio.

Y adelantemos, además, que la operación de armarlo dentro es como introducir una sombrilla en una habitación por un agujero, y una vez dentro, abrirla; es decir, que la arboladura se debe de plegar o rebatir hacia popa, y después tirar de los estáis para que los palos queden en su posición vertical, o casi.

Los palos, pues, tienen que tener una charnela en la coz, que pueda hacerse con un afiler sin cabeza; pero dispuestos de tal modo que al quedar rebatidos no queden unos sobre otros, sino, sucesivamente, al lado, sobre la cubierta, con objeto de que no ocupen demasiado e impidan el que entre el modelito.

El casco y el bauprés se agujearán por donde hayan de pasar los estáis que han de enderezar la arboladura, al tirar de ellos.

Los obenques y burdas se fijan de modo que queden bien tesos, en la posición final de los palos. Lo clásico es que no se amarren por el calcés, como en la realidad, sino que se pasan por un orificio practicado en el palo o mastelero por debajo de la cofa o de la cruceta.

Para fijar los obenques al casco, por debajo de las mesas de guarnición, es buena práctica el hacer sendos agujeritos en el casco, meter el obenque por su extremo, ayudándolo con la punta de un palillo de dientes humedecido ligeramente con cola, y luego partir éste, dándole luego unos golpecitos con el rabo de las pinzas para que no se note, pintando a continuación lo que se vea del palillo.

Una vez colocados los palos con sus obenques y estáis, funcionando todo bien, y después de haber comprobado que entra sin dificultad y que se arbola con facilidad dentro de la botella, debe de procederse a colocar las vergas.

Los amantillos se pasan por orificios practicados en los palos, y las vergas se amarran por su cruz en la parte correspondiente de éstos, de modo que puedan girar o bracearse bien.

Las brazas se pasan por orificios del palo situado a popa, pero teniendo en cuenta que A tiene siempre que estar más alto, si no, el palo de proa no podría rebatirse nunca. La brazas del mesana pasan por el palo mayor o de proa.

Las velas pueden estar aferradas o largadas, y en viento; para esto último es preciso que quepan por el gollete. Se cortan en papel o cartulina delgada, se le simulan los rizos y costuras, y se pegan a su verga alta, quedando libres los puños.

Todo listo, colocadas algunas banderas e incluso superestructuras que no estorben al abatido de los palos, se tumban éstos, y se hace que las vergas coincidan con éstos en toda su longitud, pues en cruz no pasarían por el gollete. Se da cola a la mar, en donde vaya a reposar el casco, así como a la base de éste, y cuando ésta está mordiente, se introduce con unas pinzas o con ayuda de una tablita (como los panes en un horno); para que pegue bien debe apretarse el modelito hacia abajo lo más que se pueda.

Una vez bien pegado puede ya tirarse de los estáis, poco a poco y aclarando, con el rabo de un pincel con una alfiler, las vergas y amantillos, que suelen enredarse unos con otros y aun en los obenques; una vez amarrados los estáis en los clavos del banco y todo bien tenso debe de procederse a amantillar bien las vergas para que queden en cruz u horizontales y perpendiculares a la eslora del buque, colocando una gotita de pegamín en cada agujerito por donde juegan los amantillos y brazas para que las vergas ya no tengan movimiento.

Deben colocarse entonces las superestructuras y botes que estorbaban el abatido de los palos, y sólo queda ya el amarrar bien uno a uno los estáis. Para ello es conveniente colocar en éstos una gotita de pegamín, justo en la parte que ha de quedar atravesando el bauprés; cuando ésta esté casi seca se estira el estay y después se amarra al banco, y al estar seca y pegada al orificio resulta fácil, con ayuda de pinzas y del rabo de pincel con la alfiler, el dar un nudo bien mordido y empapado de pegamento.

Una vez todos amarrados y pegados se corta el hilo sobrante por medio de unas tijeras largas o cuchillita bien afilada.

Lo último es taponar la botella y lacrarla.

 

Otros procedimientos

Desde luego se puede efectuar todo esto por medio de pinzas, sin necesidad de abatir los palos, sino introduciendo éstos con toda la jarcia y aparejo y metiéndolos en los agujeros o fogonaduras de la cubierta.

Otro procedimiento es el que emplea el Marqués de Matonte, quien divide el casco en dos trozos longitudinalmente y después de arbolar los palos -que entran con toda la jarcia firme y de labor guarnecidas- fija obenques y burdas encastrando las mesas de guarnición en unas mortajas que practicó en el casco.

Este ingenioso método permite construir barcos mangudos en botellas de cuello estrecho, hasta una manga doble al diámetro del gollete.

 

Colofón

Ya comprenderá el lector, al terminar la lectura de este folleto, que ni hemos intentado divulgar nuestro complejo léxico marinesco, ni discurrir sobre ese arte menor que es el modelismo; tan sólo pretendemos complicarle un poco sus horas de ocio y sus futuras vacaciones creándole la preocupación del barco dentro de una botella, que, Dios por delante, todo se andará, y tenemos la seguridad de que pronto millones y millones de españoles irán, hasta en el tranvía, pretendiendo construir un lindo barquito de éstos, y no es aventurado el proclamar la certeza de que los psiquíatras cavilarán no poco para dar un nombre adecuadamente complicado a este género de chifladura cuyo microbio lanzamos ahora, con toda la virulencia de nuestro entusiasmo, a la Humanidad; a la que, por cierto, otro gallo le cantara, incluso a nuestro propagandista Azcoaga, si en lugar de andar en guerras se entretuviera en el divertido, sedante y arrebatador pasatiempo de meter un lindo modelito de buque dentro de un frasco.

Y, por si acaso, sin grandes complicaciones, he aquí, lector amigo, todo un tratado, y el primero que conocemos, de barcobotellismo.

Fotograma tomado del documental "Horizontes de Cristal"

Parte 1: Usted puede construir un barco en una botella.

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