Un análisis sobre la Armada de Iraq

Un análisis sobre la Armada de IraqPor José Francisco Alcalde
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Resulta enormemente complicado meterse a fondo en el estudio y análisis de cualquiera de las ramas que conforman el Ejército de Iraq.

Las continuas aventuras militares en la década de los ochenta y los bloqueos económicos posteriores han configurado una estructura hermética y cerrada en la que las cifras son siempre relativas. No hemos encontrado dos fuentes diferentes que asuman los mismos datos, así pues, lo aquí reflejado se encuentra abierto al debate y a la discusión.

 

Marco físico

Iraq es un país limitado casi en su totalidad por tierra. Su costa es muy pequeña y se limita a una pequeña salida al Golfo Pérsico por el estuario de Chatt-Al-Arab. Este estuario es muy importante, ya que en él desembocan los dos ríos que proporcionan riqueza agrícola al país: el Tigris y el Eufrates.

Estamos hablando de un territorio muy rico en petróleo, lo cual convierte a Iraq, junto a las regiones petrolíferas del norte, en el segundo exportador de petróleo mundial por detrás de Arabia Saudita. Se calcula que su producción petrolífera diaria antes del conflicto del Golfo rondaba los 99.840 barriles, y sus reservas de gas se cifraban en unos 3.100 millones de metros cúbicos.

La exportación del crudo resulta muy complicada, sobre todo por tierra, ya que los principales oleoductos desembocan en territorios no precisamente amistosos y, debido al bloqueo, sus fronteras estuvieron vetadas al petróleo iraquí durante varios años.

Sólo queda la solución marítima por el cuello de botella antes citado. El fuerte descenso en la producción durante la larga guerra con Irán, y el deseo de obtener los ricos pozos del vecino Kuwait, ampliando así la estrecha salida al mar, fueron los factores desencadenantes de la Guerra del Golfo en 1991.

 

Táctica de empleo

El principal cometido de la Armada iraquí ha sido y es la protección de los recursos petrolíferos distribuidos entre su pequeña costa y las plataformas que pueblan la zona cercana del Golfo.

Los conflictos con Irán vienen siendo una constante a lo largo de los años, pero el enorme poderío de las fuerzas iraníes impide a Iraq cualquier aventura militar en la zona. Para compensar esta inferioridad, la Armada iraquí elabora una defensa basada en unidades pequeñas y rápidas, para moverse entre las plataformas y protegerlas, apoyadas por misiles antibuque basados en tierra y en vectores aéreos.

Asimismo se da gran importancia a la guerra de minas, que en las poco profundas aguas del Golfo han demostrado su mortífera utilidad durante conflictos pasados. En cierto modo se puede hablar de minado estratégico, de probados resultados, sobre todo en los enfrentamientos con Irán. Se sabe poco sobre los combates en esta etapa, lo que si es cierto es que las minas y los misiles se cobraron 18 petroleros de gran tonelaje. Algunos de ellos resultaron seriamente dañados y uno de ellos, de 240.000 t resultó hundido.

Las unidades navales norteamericanas también se llevaron su parte; una fragata (en 1989), y un crucero y un buque de asalto anfibio (1991) resultaron dañados de diversa gravedad: la fragata Samuel Roberts, mientras vigilaba el tráfico marítimo en el Golfo, y el LHD Trípoli y el crucero Aegis Princeton, durante la operación Tormenta del Desierto.

Efectos de la explosión de una mina iraquí en el USS Tripoli
Efectos de la explosión de una mina iraquí en el USS Tripoli

 

El rearme de la década de los ochenta

En los primeros años de la década de los ochenta la debilidad del nuevo régimen iraní llevó a Iraq a planear un rearme y a orientar su filosofía naval hacia nuevas metas: la aspiración era ser más oceánicos, y para ello llevan a cabo un ambicioso plan de equipamiento, que finalmente nunca vió la luz, pero que es necesario conocer para entender el porqué de la situación actual.

Vamos a enumerar las distintas unidades, incluyendo aquellas que nunca entraron en servicio, y su destino final:

  • 4 fragatas italianas clase Lupo modificadas y adaptadas a las condiciones de la zona.
    Características: buques de 2.525 t de desplazamiento, armadas con 1 cañón de 127/54 Oto Melara; 4 cañones de 40/70; 8 misiles antibuque Teseo Otomat; 1 lanzador de misiles antiaéreos Aspide/Albatros; y 6 tubos lanzatorpedos de 324mm.
    Situación: construidos pero no entregados, pasaron a formar parte de la Marina Militare italiana, se encuentran en negociaciones para su venta en algún país sudamericano.
  • 6 corbetas clase Assad.
    Características: pequeñas unidades de 700 t de desplazamiento y fuertemente armadas con 6 misiles antibuque Teseo Otomat; 1 lanzador SAM Aspide/Albatros con 4 lanzadores y 18 misiles; 1 cañón de 76/62 y 2 cañones de 40/70; cuentan además con 6 tubos lanzatorpedos
    Situación: la historia de estos buques es también un tanto rocambolesca, nunca entregados a la Marina iraquí, fueron puestos a la venta ya terminados y bautizados, pasando 4 de ellos a servir bajo pabellón malasio:
    • F-214 Abdullah Ben Abi Sehr (ex-Laksamana Mamad Amin 136).
    • F-216 Al Walid (ex-Laksamana Hang Nadim 134).
    • F-218 Saab Ibn Ali Wakkad (ex-Laksamana Tum Abdul Jamil 135).
    • F-220 Salah Aldin Al Ayoobi (ex-Laksamana Tan Pusmah 137).

    Los dos buques restantes no encontraron comprador, desconocemos su actual estado, aunque es posible que hayan sido vendidos como proveedores de piezas de repuesto para sus hermanos de clase en la Armada de Malasia:

    • F-210 Mussa Ben Nussaid.
    • F-212 Tariq Ibn Ziad.
  • 1 petrolero de flota clase Stromboli modificado.
    Características: de 4.200 t, este buque fue internado en Egipto. Se conoce poco sobre su paradero.
Dos fragatas y cuatro corbetas de construcción italiana descansan apaciblemente en el astillero de Fincantieri en Trieste, a la espera de conocer su, por entonces, incierto destino
Dos fragatas y cuatro corbetas de construcción italiana descansan apaciblemente en el astillero de Fincantieri en Trieste, a la espera de conocer su, por entonces, incierto destino
  • 1 dique flotante de 6.000 t, al igual que las anteriores, fue terminado pero no entregado.
  • 1 fragata de origen yugoslavo bautizada como Ibn Kalhoum 507. Entregada en 1981,se la cree superviviente de la tormenta del desierto pero se ignora su estado de alistamiento, aunque algunas fuentes la consideran fuera de servicio.
  • 9 lanchas lanzamisiles tipo OSA I y II capaces de alcanzar los 40 nudos, armadas con 4 misiles antibuque SS-N-2A (las OSA I) y SS-N-2B/C (las OSA II). Se trata del anticuado misil Styx subsónico, con más de 25 millas de alcance. Además las del tipo II portan un SAM SA-N-5 Grail y cañones de 30mm.
AK-230
AK-230 (arriba) y montaje SS-N-2 (abajo)
SS-N-2
  • 3 LCT tipo Polnochny capaces de transportar 6 carros de combate y armados con 4-30 mm y dos lanzadores de 18 tubos, muy útiles para minado. Estaban considerados como objetivo militar preferente.
  • 8 buques de apoyo y diversos buques menores formaban el grueso de la flota de transporte.

A estas unidades hay que añadir:

  • 2 minadores ex-soviéticos T-43 los Al Yarmouk 465, y Al Kadisia 467, de 580 t y armados co 2-37mm y 2-25mm, dotados además con 2 morteros lanzacargas y capaces de transportar 20 minas de diversos tipos.
  • 3 dragaminas tipo Yegenya de 80 toneladas y preparados para labores de minado.
  • 3 dragaminas yugoslavos del tipo Nestin con draga mecánica magnetoacústica, de 65 t y armados con 5-20/70.
Cañón AK-630
Cañón AK-630

Se citan además un número no concreto de lanchas menores que incluyen varias torpederas P-6 de 73 t y dotadas con 4-25/70 y 2 tubos lanzatorpedos de 533 mm capaces de transportar 8 cargas de profundidad.

Con estas cifras es difícil cuantificar el número exacto de unidades que sobrevivieron tanto al conflicto con Irán como a la Guerra del Golfo, intentaremos pues analizar de la manera más clara posible el estado actual de la Marina iraquí, siempre teniendo en cuenta las cambiantes cifras que manejan las diversas fuentes, como se ha remarcado con anterioridad.

 

La Guerra del Golfo de 1991

Con la invasión del Emirato de Kuwait, los efectivos del componente naval iraquí se vieron incrementados en diversas unidades de tipo ligero pero muy bien equipadas. La rapidez de la operación hizo que la mayor parte de los buques enemigos cayeran en sus manos.

La principal fuerza naval kuwaití estaba compuesta por 8 lanchas lanzamisiles modernas de fabricación europea, de dos tipos:

  • 2 FPB-57 de origen alemán, tipo Lürssen de 410 toneladas de desplazamiento y capaces de dar 36 nudos de velocidad. Dotadas con 4 misiles antibuque Exocet del modelo más avanzado, el MM-40; 1 cañón 76/62 y 2 de 40/70; además poseían capacidad de fondeo de minas.
Patrullero tipo FPB-57 de Lürssen
Patrullero tipo FPB-57 de Lürssen
  • 6 TNC-45 dotadas también con misiles SSM y capacitadas para fondear minas. Estos buques contaban también con armamento ligero que les hacía muy versátiles en aguas de esas características.
  • 6 LCT de pequeño tamaño y desarmados, con nula capacidad militar pero útiles en misiones de minado.

Se debe añadir también un número no especificado de pequeñas lanchas ligeras, con limitadas posibilidades militares, pero muy útiles para vigilancia y patrulla de plataformas petrolíferas.

Las unidades kuwaitíes fueron blanco preferencial de los aliados, ya que podían representar una seria amenaza al estar dotadas con misiles muy avanzados como son los Exocet. Se desconoce el número real de bajas, solo se puede afirmar que, de las misileras, en la actualidad restan únicamente dos unidades en servicio, las Al Istiqlal 5702 y Al Sanbouk 4505.

Algunas informaciones hablan de un total de 41 unidades hundidas durante el conflicto (iraquíes y kuwaitíes) y de 43 dañadas en muy diversos grados.

 

Estado actual de la flota

Las pérdidas de la guerra, unidas al bloqueo subsiguiente, dejaron a la Armada de Iraq en un estado próximo a la inexistencia. El bloqueo marítimo al que están sometidos impide cualquier llegada de nuevas unidades de otros países.

Además, la falta de repuestos deja a muchas unidades inoperativas. Es de suponer que el bloqueo no impida el paso de algunos materiales, bien por tierra o por mar, pero es difícil que la Armada de Saddam Hussein esté en condiciones de ofrecer alguna resistencia digna en caso de ser atacada.

Lancha tipo OSA I
Lancha tipo OSA I

El estado actual, según los datos más fiables, seria el siguiente:

  • 1 lancha OSA I superviviente de las nueve de los tipos OSA I y II que llegaron a tener, algunas hundidas y otras -no se sabe en qué número- fuera de servicio por falta de repuestos.
  • 12 patrulleras costeras de escasa capacidad militar, por no decir nula. Son de varios tipos: Bogomol, Poluchat, Zhuk y PB-90.
  • 2 dragaminas de la clase Yebgenya, algunas fuentes añaden los tres del tipo Nestin yugoslavos, pero se sabe que uno fue hundido en los ataques aliados, otro fue apresado, y el tercero desarmado en 1995.
  • 4 unidades auxiliares de pequeño tamaño y de escaso valor combatiente.

Como vemos se trata de una fuerza costera, escasa de medios y de una fiabilidad más que dudosa, lo cual la hace casi inexistente a efectos militares de alguna importancia.

Está claro que en caso de conflicto Saddam solo contaría con la posibilidad de minar las aguas cercanas a su costa y no contando para ello con la sorpresa como en 1991, o incendiar los pozos y provocar un nuevo desastre ecológico en la zona, algo a lo que está acostumbrado.

 

Un anexo imprescindible: las minas

Iraq poseía y posee gran número de minas navales de diversos tipos y procedencias. Produce dos modelos nacionales:

  • Sigiel se trata de un ingenio de contacto de 400 kilogramos de peso.
  • Bycicle Wheel (rueda de bicicleta ) se trata también de una mina de contacto con forma cilíndrica y una carga de 100 kilogramos de gran poder destructivo.

Emplean también la AMD/KMD-500 de fabricación rusa, con un peso de 500 kg, de los cuales 300 conforman la carga explosiva. Se trata de una mina de influencia que se fondea entre los 4 y los 70 m, tiene también versiones acústica y de presión.

Iraq emplea minas muy antiguas, algunas se remontan a la primera guerra mundial, pero a pesar de ello poseen aún capacidad destructiva y son un elemento a tener muy en cuenta. Como en casi todo lo referente a las fuerzas armadas iraquíes, se desconoce su número y su estado actual.

 

José Francisco Alcalde
Artículo publicado en el número de enero-febrero 2003